Me hundo en el pavimento de esta muerte que me espera,
me extravío del olvido en mi piel de porcelana rota
de árboles humeantes,
de color extinguido,
esperando al sol.
Mis playas y mis ríos se desangran por mis grietas
y son tumbas de mí.
La tierra, espera, se esparce
navego y me escondo como el veneno al que me some-Tí,
para matar mis miedos…
y me hundo,
quedándome en la piel de esta tierra,
aquivarada, esperando mi propia destrucción,
cantandocancionescuna,
que hacen ecos en los recuerdos…
en mis sonrisas.